La disciplina le enseña al niño(a) como actuar, debe tener
sentido para él/ella y tiene que ver con algo que el niño(a) hizo
equivocadamente. La disciplina ayuda al niño(a) a sentirse bien consigo mismo,
a corregir sus errores y le ayuda a tomar responsabilidad de sus acciones.
El castigo por el contrario, únicamente le dice al niño(a)
lo que él/ ella hizo mal, pero no le dice lo que debería hacer en cambio; por
lo que el castigo muchas veces no tiene sentido para el niño(a) y usualmente no
tiene que ver con lo que el niño(a) hizo mal.
Aquí tiene algunos ejemplos de situaciones que se dan en la
vida diaria, y ejemplos de castigo y disciplina que pueden ser aplicados a
estos casos:
Ejemplo No.1: Su niño(a) de 3 años tira los crayones al
piso.
Castigo: Dígale que es un niño(a) que no sabe comportarse y
péguele en las manos.
Disciplina: Dígale que recoja los crayones. Explíquele que
los crayones se podrían quebrar o que podrían manchar el piso. Pónga los
crayones fuera del alcance de su niño(a) por uno o dos días.
Ejemplo No. 2: Su niño(a) de 2 años vacía el cesto (bote) de
basura.
Castigo: Dele un par de nalgadas y envíelo a su cuarto.
Disciplina: Dígale que él/ella no puede jugar con el cesto
de la basura y permítale jugar con algo que él/ella pueda llenar y vaciar.
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